jueves, 13 de agosto de 2009

El misterio del Yunque y la ceguera del PAN. Parte I

El misterio del Yunque y la ceguera del PAN. Parte I



Luis Limón
jueves, 13 de agosto de 2009
El “Misterio" y la ceguera
“No hay peor ciego que quien no quiere ver" y ni Dios puede evitar la cerrazón y la negativa a ver la verdad, por contundente que sea, cuando no se quiere ver.
Así, el mismo Jesús, hombre verdadero y Dios verdadero para nosotros los católicos, se tenía que rendir ante la voluntad humana cuando ésta no quería ver y se volvía “incapaz" de hacer milagros.

Por ello salió indignado de su pueblo, Nazaret, donde “no pudo hacer muchos milagros a causa de su incredulidad". Hasta se los reprochó diciendo: “Ningún profeta es rechazado más que en su pueblo".
Se dio el mismo enfrentamiento con los dirigentes del pueblo judío tras la curación del “Ciego de Nacimiento"; pero fue mucho más grave, según el relato de Juan:
Fariseos: “Dices que también nosotros somos ciegos".Jesús: “No. Porque ustedes dicen ‘vemos’ y por eso permanecen en su pecado".
Y las cosas llegaron al extremo cuando ni los sacerdotes pudieron contradecir la sabiduría con que hablaba Esteban (Hechos) y… “entonces, para no oírlo más, armaron un griterío, se taparon los oídos y lapidaron a Esteban hasta matarlo".
Hoy el griterío lo hacen a través de los medios y también a través de ellos cobardemente lapidan impunemente al que quieren.
Colgar un “San Benito" y las Leyes de Newton
Entre los castigos más crueles que el ser humano utilizó por siglos aun dentro de la Iglesia (y sigue usando con formas nuevas) es denigrar públicamente a una persona por “pecador", por “venganza" de los poderosos o para “eliminar" a un competidor por un cargo o una herencia.
Así, la misma Inquisición se manchó muchas veces y hacía caminar en público al condenado, a “vestir de sayal" o colgarse una imagen de “San Benito", para ser el escarnio de todos y el señalado por muchos fariseos católicos o protestantes de la Edad Media y Moderna.
Newton fue el genio que enseñó a los políticos: “A toda acción corresponde una fuerza igual en intensidad y dirección, pero de sentido contrario, llamada reacción". Nuestros genios del Priato lo usaron con todo desde que se confirmó la victoria de la democracia y Fox recibió su “Constancia de Mayoría".
Todos los días, desde antes que iniciara su sexenio, lo acusaban: “Eres mocho manipulado por la Iglesia… obedeces a un príncipe extranjero en el Papa… tu partido no te apoya". Y calificativos así, a los que un “presidente mediático" reaccionaría con la misma intensidad pero en sentido contrario. Y Vicente hizo a un lado a la Iglesia, a su partido y amigos que le llevaron al poder y se quedó solo… tanto, que buscó nueva compañía.
Lo mismo hacen hoy con Felipe y hace nueve años manipularon a placer a Santiago; pero hoy el “San Benito" se llama Yunque y Germán cayó en la trampa “redondito" después de su única frase valiosa, pero que él mismo contradijo y se volvió eco vacío: “Hay que ‘Guanajuatizar’ el país".
“Citas citables" y “frases famosas"
Cuando algunas “citas citables" se atribuyen caprichosamente o por ignorancia a diversos autores, prefiero llamarlas “frases famosas", porque dada la locuacidad de algunos comentaristas de medios y los ríos de tinta que corren en algunos diarios, las ideas quedan sin contenido y las citas, sin autor.
El ejemplo más famoso del sexenio pasado fue cuando, de manera unánime, le tundieron a Fox por citar una “frase famosa" como si fuera una “cita citable" de Cervantes en El Quijote. Se trata de “Ladran Sancho; cabalgamos". Resulta impresionante cómo de pronto reporteros y conductores son cultos y leídos: Todos a la una eran expertos en literatura y se acabaron a Fox.
No niego que muchas veces lo merecía… como con Borges o el famoso “¿Y yo por qué?". Pero en el fondo, su sexenio fue y sigue marcado por la nula objetividad de algunos “comunicadores" y la perversa malicia de otros, que le odiaron y siguen odiando por haber vencido al invencible y haberlo sacado “a patadas" de Los Pinos.
Así, algunos se dieron a la tarea de inventar términos como “Gabinetazo" o “Gabinete Montessori", lo mismo que a mentir al truncar y sacar de contexto citas como: “Yo arreglo el problema de Chiapas en 15 minutos", al que le quitaron la frase precedente y con ello lo convirtieron en una mentira que se difunde aún hoy en día.
Vicente sentenció con gran fuerza y la sabiduría popular que algún día poseyó: “Si Marcos se sienta a dialogar conmigo para buscar una salida, yo arreglo el problema de Chiapas".
Desde hace nueve años la frase se sigue publicado, comentando y haciéndolo instrumento de mofa o base de falaz sofisma en sus argumentos.
Pero como en México no hay sanción alguna para la mentira o la calumnia, políticos, comentaristas y medios mienten a placer; mienten sabiendo que mienten… y con cinismo lo presumen: “miento porque puedo…".
En este tenor, ¿de quién es la frase de “Miente y calumnia, que algo queda"? ¿De Voltaire? ¿Y la de “una mentira repetida mil veces, se convierte en verdad"? ¿Del hábil y eficaz ministro de propaganda nazi, Goebels? ¡Te lo dejo de tarea!
El hecho es que con el tema del Yunque ha pasado algo semejante: Todos hablan de él, lo mismo sin base alguna, que rebuznando los refritos de Alvarito (Delgado) o usándolos con una malicia tan grande como la del autor aquí citado.
4- Aparece un tal Álvaro Delgado
Hasta la Iglesia nos pide en Vaticano II “ir a las fuentes" para aclarar la historia, quitar paja y hasta cizaña al Evangelio… ¿Qué mejor método para entender lo del Yunque, que “ir a las fuentes"?
Y la fuente obligada, principal y casi única del Yunque es un ex “tinterillo" de la Revista Proceso… tan mentiroso, bajo, ruin y miserable que apenas acaba de vociferar en la radio: “César Nava fue del Yunque, pero como anda mal en su matrimonio (que es con una mujer perteneciente a una de las principales familias del Yunque) los jefes decidieron correrlo. Por eso pelea con Espino".
Continuará: De “tinterillo" a “investigador" e “intelectual".

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